El bálsamo tibetano es un producto de homeopatía estética con una serie de principios activos de origen natural que tratan dolencias leves y profundas del sistema muscular y nervioso.
Entre sus principios activos encontramos:
Caléndula: Tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas y cicatrizantes, y es esencial en el cuidado de las pieles más sensibles.
Árnica: Se utiliza para la curación de hematomas, debido a su poder circulatorio y rubefaciente. Su efecto antiálgico ha llevado a utilizarla en casos de dolores y enfriamientos musculares.
Hipérico: Su riqueza en taninos ha convertido a esta planta en un cicatrizante por excelencia. También tiene un efecto neurosedativo que calma las palpitaciones, espasmos y el sistema nervioso en general. Su uso continuado alivia los dolores reumáticos y musculares.
Mentol y alcanfor: indicados en casos de molestia en músculos y articulaciones, debido a los cambios de temperatura que producen en contacto con la piel tienen efecto calmante.
Pino y ciprés: Ayudan a combatir los dolores provocados por enfriamientos, reuma, artrosis...
Lavanda y romero: Relajan los músculos, evitan los calambres y dolores asociados a los esfuerzos.
Clavo de olor: Es una anestésico local y a su vez una sustancia muy yang, que trasladado a la terminología occidentak quiere decir que ayuda al organismo a entrar en calor y a combatir dolencias relacionadas con el frío y la humedad.
Cajeput: Árbol emparentado con el árbol del té. Posee un efecto altamente bactericida y antiséptico, y además trata los dolores musculares suaves.
En nuestro salón lo aplicamos a los masajes descontracturantes y deportivos, además de a los cráneo - faciales destensionantes.
Disponible en formato venta de 50 ml. en nuestro salón, por 13,80 €.
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